Mes de la Hispanidad 2025: Gustavo Ávila

Como parte del denominado Mes Nacional de la Herencia Hispana (National Hispanic Heritage Month) que arrancó el 15 de septiembre y se extenderá hasta el 15 de octubre, en DRF en Español presentaremos a notables figuras del hipismo que nacieron en países de Latinoamérica, los cuales con su trabajo duro han obtenido importantes logros dentro del turf estadounidense, siendo reconocidos y respetados dentro de la industria deportiva en general.
La herencia hispana de los profesionales nacidos en Venezuela que ha quedado marcada en el turf estadounidense tiene un antes y un después, gracias a un jinete que cambió el rumbo de muchas cosas, incluyendo del deporte hípico en su propio país. Nuestro homenajeado en las presentes líneas es Gustavo Ávila, el mismo que llevó a Cañonero II (Pretendre) a la doble corona en 1971.
Precisamente ese fue el año donde ambas naciones, Venezuela y Estados Unidos, compartirían un mismo sentimiento. Después de la Triple Corona de Citation (Bull Lea) en 1948, fueron varios los potros que intentaron ganar las tres carreras, pero ninguno como Cañonero II, el cual nació en Kentucky pero su campaña principal se basó en el hipódromo La Rinconada en Caracas. Un purasangre desconocido que se llevó la carrera de las rosas y luego en tiempo récord, hizo suyo el Preakness Stakes. Cuando Cañonero II fue a competir el Belmont Stakes, rompió todos los récord de asistencia y apuestas que habían hasta el momento en Belmont Park.
Ávila fue un jinete que trascendió fronteras. Antes de la hazaña de Cañonero, ya el había participado y ganado en Estados Unidos, pues en 1959 sobre el caballo Petare (Arg) conquistó el Royal Palm Handicap en Hialeah Park. No resultaba para nada desconocida la hípica norteamericana para Gustavo, pues su periplo por varios hipódromos del mundo le dieron un background tremendo que se demostró cuando pasó la meta de primero sobre Cañonero II en el Kentucky Derby.
La carrera profesional de Gustavo Ávila comenzó en 1955 en su país natal. Siendo muy joven competía en el antiguo hipódromo caraqueño de El Paraíso, ubicado al oeste de la ciudad. Allí y después en La Rinconada, obtuvo los más importantes premios del hipismo venezolano. Sus triunfos se contabilizaron en más de 1,480. Cuando montó por primera vez en Estados Unidos, ya anteriormente un coterráneo suyo lo había hecho en el Washington D.C. International de 1955. Se trataba de Ángel Gutiérrez, que montó a Prendase (Arg), figurando segundo de El Chama (Arg). Ambos ejemplares, representaron el primer triunfo histórico para Venezuela en una prueba de talla mundial.

Dentro de la comunidad latina y en especial la de los jinetes, Gustavo Ávila goza del aprecio, cariño y respeto. Ha sido reconocido en los estados de Kentucky, Maryland y Florida. Aunque no hizo campaña definitiva en Norteamérica, posterior al éxito de Cañonero II compitió varias veces en el Kentucky Derby, así como en otros circuitos. Todavía su nombre es recordado en New York cuando montó a Cañonero II en su carrera de regreso, el Stymie Handicap de 1972 celebrado en Belmont Park, venciendo a Riva Ridge (First Landing), el ganador del Kentucky Derby de esa temporada. Cañonero II corrió tan fuerte impulsado por Ávila, que igualó el récord nacional de la milla y octavo.
Nuestro homenajeado abrió las puertas para que los jinetes venezolanos comenzaran a montar con regularidad en Estados Unidos, como fue el caso de Guillermo Gavidia (conocido en Estados Unidos como “William” o “Bill” Gavidia), que ganó las Kentucky Oaks de 1974 y hasta dos títulos en Churchill Downs. El legado de Gustavo Ávila va mucho más allá de lo que hizo sobre Cañonero II y como legendaria figura del látigo que sigue siendo, es digno reconocer su figura. Venezuela tiene muchas glorias deportivas y Ávila es una de ellas que con sus éxitos, literalmente hizo festejar a una nación entera.