Mes de la Hispanidad 2025: Joel Rosario

Como parte del denominado Mes Nacional de la Herencia Hispana (National Hispanic Heritage Month) que arrancó el 15 de septiembre y se extenderá hasta el 15 de octubre, en DRF en Español presentaremos a notables figuras del hipismo que nacieron en países de Latinoamérica, los cuales con su trabajo duro han obtenido importantes logros dentro del turf estadounidense, siendo reconocidos y respetados dentro de la industria deportiva en general.
Nuestro reseñado en esta oportunidad es Joel Rosario, orgullo de la República Dominicana y que a la hora de hablar de carreras de caballos en Norteamérica, ha sido también un referente. Su trayectoria es inmensa, y aunque siempre es bueno recordarla, su legado para la comunidad hispana también es de suma relevancia.
Rosario nació el 14 de enero de 1985 en San Francisco de Macorís, ciudad ubicada en la Provincia de Duarte. Cuando el vio la luz del mundo, en Santo Domingo todavía funcionaba el viejo hipódromo Perla Antillana. Aquel diminuto circo de carreras, era uno de los tantos lugares de distracción para un pueblo que sufría de los errores de sus gobernantes. Las famosas frases de “El Mago” Simón Alfonso Pembertón, el decano de los narradores hípicos en Dominicana, “A correr fanáticos” y “La curvita de la Paraguay”, eran una especie de bálsamo que retumbaban en toda la nación cada fin de semana.
Cuando Joel Rosario tenía cumplidos los 10 años, se inauguró el actual escenario hípico conocido como hipódromo V Centenario. Situado en Santo Domingo Este, dicha pista de carreras sería más adelante el hogar donde Rosario se radicaría, ganando cuatro veces la estadística. Su llegada a ese sitio por primera vez fue por cosas del destino, y en la primera actuación que tuvo en el año 2000, se cayó en la salida.
República Dominicana ha sido reconocida a lo largo de la historia deportiva mundial por ser cantera de inmensos jugadores de béisbol profesional en las denominadas Ligas Mayores de Estados Unidos. Los nombres de Juan Marichal, Pedro Martínez y David Ortiz, son apenas tres de los más grandes peloteros que pasaron por los campos de juego en Estados Unidos. Con los años, un jinete coterráneo de ellos también coparía los grandes titulares de la prensa deportiva. Ese era Joel Rosario, el mismo que salió del V Centenario para darle el primer y único triunfo a su país en la historia del Clásico del Caribe con el caballo Sicótico en el 2007, comenzando a hacer sus sueños realidad en Estados Unidos, conquistando el Kentucky Derby G1, las Breeders’ Cup y muchas pruebas del calendario selectivo nacional.
A estas alturas de su carrera profesional, donde Joel Rosario con 40 años de edad sigue brindando todo su talento encima de los purasangres, nunca olvida sus orígenes. Muestra de ello es la gran calidad humana que posee y no es porque lo digan sus más allegados, es algo también reconocido por sus propios colegas.
Sus méritos no solamente lo llevaron a estar dentro de lo más granado de los jockeys en la Unión Americana, sino conquistar la que en su momento era la competencia hípica más rica del mundo, la Dubai World Cup G1, así como eventos de grupo en el duro hipismo británico. El merengue dominicano, resonó en más de una oportunidad en las cercanías del castillo de Windsor.
Si bien es cierto que República Dominicana ha dado mucho talento en el béisbol, el atletismo, la halterofilia, el baloncesto y el voleibol, el deporte de los reyes no escapa a ello, y uno de sus ciudadanos más universales ha sido Joel Rosario, el cual puede ver en vida su nombre en el Salón de la Fama del Hipismo de Estados Unidos. Más allá de sus 3,759 victorias y $341 millones ganados durante más de 20 años de trayectoria en Norteamérica, la huella de Rosario es profunda, exhibiendo la bandera de su país a donde quiera que va.